El principal factor de riesgo para el desarrollo de cáncer de cérvix es la infección por el virus del papiloma humano; Otros factores asociados con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad son el comienzo temprano de la vida sexual, el número de parejas sexuales, el consumo de cigarrillo, las dietas desequilibradas (bajas en verduras y frutas), la obesidad y el sedentarismo. Se calcula, que entre el 50 y el 80 por ciento de la población sexualmente activa está infectada con el virus, sostener relaciones sexuales sin preservativo incrementa la posibilidad de transmisión aun cuando no todos desarrollan cáncer o verrugas por su causa; una cifra alarmante y preocupante. Investigadores han identificado más de 100 tipos de este agente, 15 de los cuales tienen la capacidad de incrementar entre las mujeres el riesgo de padecer este cáncer, del cual se registran 500 mil casos cada año en el mundo y por lo menos 273 mil muertes (3.300 de ellas en Colombia). El riesgo de cáncer asociado al VPH radica en su capacidad de incorporar su material genético en el de la célula que infecta. Es su manera de esconderse del sistema inmune tras causar la muerte celular, los efectos de la integración de los genes del VPH promueven que éstas empiecen a dividirse indefinidamente sin control y el resultado, un tumor que puede aparecer entre 10 y 30 años después de la infección. Nuestro país cuenta con dos vacunas contra el virus del papiloma humano y están disponibles para niños y adolescentes entre los 9 y los 17 años y mujeres desde los 9 años en adelante, que inmunizan contra las cepas del virus 6, 11, 16 y 18. Con ellas se previenen lesiones pre cancerosas, verrugas genitales e infecciones causadas por estos tipos de VPH; aunque en general se considera que el impacto de estas vacunas es mayor cuando se aplica a niños y niñas que no han iniciado su vida sexual. De acuerdo con el Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos, si todas las mujeres se vacunaran contra el virus del papiloma humano (VPH), y su protección fuera de largo plazo, sería posible reducir hasta en dos terceras partes el número de muertes por cáncer de cuello uterino en el mundo. A partir de estas investigaciones y avances surgen preguntas como ¿Por cuánto tiempo protegen las vacunas contra la infección? A lo cual se responde que la verdadera duración de la inmunidad de ambas vacunas no se conoce todavía. Están en curso investigaciones para establecer qué tan extensa es dicha protección. Algunos modelos matemáticos estiman que esta podría alcanzar hasta los 20 años. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Cancerología, cerca de 6.800 colombianas son diagnosticadas con este mal anualmente lo triste es que otras 3.300 pierden la vida en ese mismo periodo de tiempo, cifras que ubican al país en el grupo de naciones con mayor incidencia y prevalencia de este tipo de cáncer en el planeta; cuando por de una enfermedad de transmisión sexual, el cáncer de cuello uterino no es solo una patología ciento por ciento prevenible sino con altas probabilidades de ser curada cuando logra detectarse en fases tempranas. Y aun así cada año en el mundo alrededor de 273 mil mujeres, el 80 por ciento de ellas en países en vía de desarrollo como el nuestro.
El principal factor de riesgo para el desarrollo de cáncer de cérvix es la infección por el virus del papiloma humano; Otros factores asociados con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad son el comienzo temprano de la vida sexual, el número de parejas sexuales, el consumo de cigarrillo, las dietas desequilibradas (bajas en verduras y frutas), la obesidad y el sedentarismo. Se calcula, que entre el 50 y el 80 por ciento de la población sexualmente activa está infectada con el virus, sostener relaciones sexuales sin preservativo incrementa la posibilidad de transmisión aun cuando no todos desarrollan cáncer o verrugas por su causa; una cifra alarmante y preocupante. Investigadores han identificado más de 100 tipos de este agente, 15 de los cuales tienen la capacidad de incrementar entre las mujeres el riesgo de padecer este cáncer, del cual se registran 500 mil casos cada año en el mundo y por lo menos 273 mil muertes (3.300 de ellas en Colombia). El riesgo de cáncer asociado al VPH radica en su capacidad de incorporar su material genético en el de la célula que infecta. Es su manera de esconderse del sistema inmune tras causar la muerte celular, los efectos de la integración de los genes del VPH promueven que éstas empiecen a dividirse indefinidamente sin control y el resultado, un tumor que puede aparecer entre 10 y 30 años después de la infección. Nuestro país cuenta con dos vacunas contra el virus del papiloma humano y están disponibles para niños y adolescentes entre los 9 y los 17 años y mujeres desde los 9 años en adelante, que inmunizan contra las cepas del virus 6, 11, 16 y 18. Con ellas se previenen lesiones pre cancerosas, verrugas genitales e infecciones causadas por estos tipos de VPH; aunque en general se considera que el impacto de estas vacunas es mayor cuando se aplica a niños y niñas que no han iniciado su vida sexual. De acuerdo con el Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos, si todas las mujeres se vacunaran contra el virus del papiloma humano (VPH), y su protección fuera de largo plazo, sería posible reducir hasta en dos terceras partes el número de muertes por cáncer de cuello uterino en el mundo.
ResponderEliminarA partir de estas investigaciones y avances surgen preguntas como ¿Por cuánto tiempo protegen las vacunas contra la infección? A lo cual se responde que la verdadera duración de la inmunidad de ambas vacunas no se conoce todavía. Están en curso investigaciones para establecer qué tan extensa es dicha protección. Algunos modelos matemáticos estiman que esta podría alcanzar hasta los 20 años.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Cancerología, cerca de 6.800 colombianas son diagnosticadas con este mal anualmente lo triste es que otras 3.300 pierden la vida en ese mismo periodo de tiempo, cifras que ubican al país en el grupo de naciones con mayor incidencia y prevalencia de este tipo de cáncer en el planeta; cuando por de una enfermedad de transmisión sexual, el cáncer de cuello uterino no es solo una patología ciento por ciento prevenible sino con altas probabilidades de ser curada cuando logra detectarse en fases tempranas. Y aun así cada año en el mundo alrededor de 273 mil mujeres, el 80 por ciento de ellas en países en vía de desarrollo como el nuestro.